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Cronicas de la XVII Bienal de Flamenco

«Rafael Riqueni tocó en Sevilla con el alma en sus manos por soleá. Rafael Riqueni. Aquí podría terminarse esta crítica. Quedarse en blanco para que su trémolo tenga eco. Vaya y venga por los rincones diciendo que, por soleá, ese hombre es el dios más grande de la creación. Porque le suenan las falsetas a alfares. Porque nunca repite dos ideas. Porque toca lento y con poso, con madre en el fondo de la boca de su sonanta.»

«Cuando ese trío de monstruos callados salió a tocar «Amarguras», los cimientos del teatro se movieron. Qué versión. Mandaba Riqueni, que es el dueño de esa marcha de Font de Anta cuando suena entre las seis cuerdas andaluzas. Pero Franco y Jarana, que en realidad tienen el mismo apellido tocando aunque vayan por calles distintas, se pusieron a meter diabluras hasta lograr una música nueva. A compás. Con tanto pulso flamenco que pedía oles a borbotones. Entra uno, sale el otro. Siempre Rafael en medio. Qué barbaridad. Eran una orquesta sinfónica de tres. Y tocaron los cielos que perdimos con sus manos.»

ABC. Alberto Garcia Reyes.

 

«Fue en el minuto treinta cuando fuimos poseídos por esa genialidad llamada ‘Amarguras’ que en el Lope de Vega supo a orgasmo del dios flamenco, un acto sexual donde si la gloria fue la erección emocional, la eyaculación fue tan duradera como los jaleos. El público puesto de pie, interrumpió tan gustosa penetración con aplausos infinitos, como si no hubiera conocido espasmo más excitante.»

EL MUNDO. Manuel Martín Martín.

 

“Rafael Riqueni entra en escena y desgrana una tras otra las falsetas más líricas, sentimentales, directas, que hemos escuchado hasta ahora en la Bienal 2014.”

DIARIO DE SEVILLA. Juan Vergillos.

 

«Rafael Riqueni en el escenario. Rafael es un genio y tan sevillano en su manera de tocar que ponía la carne de gallina, siempre con esa estampa tan humilde, pero tan asombroso cuando toca la guitarra»

«la pieza musical que calentó al público fue Amarguras, que tocaron los tres, aunque es una genialidad de Riqueni, una adaptación de la célebre marcha de Font de Anta, llevada a cabo por el genio trianero. Anoche, esta obra alcanzó una dimensión desconocida y logró una emoción increíble.»

EL CORREO DE ANDALUCIA. Manuel Bohorquez.